La Campaña de lectura Eugenio Espejo y la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en el mes de febrero del presente año, convocaron a un concurso de novela breve para celebrar el aniversario No. 40 de publicación de La Linares, de Iván Égüez.
Las bases contemplaban una serie de requisitos para los participantes, como la extensión, el plazo de entrega y demás condiciones formales, así comola fecha en que se daría a conocer el veredicto del jurado. La convocatoria fue notable, pues se presentaron 74 obras.
El jurado estuvo conformado por los académicos Fernando Balseca, Víctor Ivanovici e Iván Ulchur; y los escritorres Raúl Pérez Torres, Iván Égüez y Cecilia Velasco, quienes resolvieron por unanimidad conceder el primer premio a la novela titulada La familia del Dr. Lehman, firmada por el seudónimo Timoteo Black; resolvieron, asimismo, conceder tres menciones de honor a las siguientes obras, sin orden de prelación: El cuaderno azul, del seudónimo Julián Malinki; Abierta sigue la noche, de Sveta Shikivu; y Un hombre futuro, de Don Durito. El primer premio, tal como estipulaban las bases, se hace acreedor a un premio indivisible de US$6000.00 (SEIS MIL DÓLARES), la publicación de la obra y su circulación masiva en la red de suscriptores de la Campaña de Lectura Eugenio Espejo. Las tres menciones serán publicadas en los próximos meses por la Campaña de Lectura Eugenio Espejo. Una vez llegados al veredicto, se procedió a abrir los respectivos sobres, lo que permitió establecer que el primer lugar corresponde a Sandra Araya; que las menciones de honor corresponden, sin orden de prelación, a Fernando Tinajero, Carla Badilllo, y Ernesto Carrión. A continuación se hacen constar los criterios que han guiado al jurado:
La familia del Dr. Lehman, de Sandra Araya
Novela corta de verdad “canónica”: intriga (de misterio) construida y conducida con mano segura, sin divagaciones ni líneas argumentales secundarias que distraigan la atención. El final proyecta el argumento lineal hacia un desenlace que, paradójica y acertadamente, lo mantiene abierto. Buen manejo del “dato oculto” (sueño, premonición, parapsicología). Atmósfera “americana” de la mejor calidad que demuestra la asimilación de la gran tradición narrativa estadounidense, tanto literaria como cinematográfica.
Abierta sigue la noche, de Carla Badillo
Realmente breve, densa y “agarradora”, pese a la falta de eventos espectaculares. Centrada sobre la psicología del individuo insomne y la extraneidad del mundo de la noche, incurre hasta en lo fantástico (el bebé cíclope), pero sin ostentación, constituyendo una muestra de lo que se llamaría un realismo mágico (o real maravilloso) con sordina.
Un hombre futuro, de Ernesto Carrión
Novela de formación (Bildungsroman) que pasa por la deconstrucción del altruismo y la paranoia del izquierdismo latinoamericano de las últimas décadas del siglo 20. Ello se lleva a cabo a través de la búsqueda (y pérdida) de un padre evanescente y autodestructivo, como toda su generación que creyó poder cambiar un mundo incambiable y naufragó en el alcohol, la histeria y el desengaño.
Personajes memorables: el narrador, el padre, la amante cubana (víctima de un suave amor irreal y del durísimo “socialismo real”)
El cuaderno azul, de Fernando Tinajero
Logrado esfuerzo de construcción de un misterio metafísico con elementos de intriga policial, sobre fondo político, y con un metarrelato incorporado. Pese a que apunta a múltiples metas, logra evitar la dispersión. Buen uso del lenguaje, adecuada construcción del personaje, creación de intriga y suspenso, juego ficcional. Al final, se apodera del lector una sensación de extrañeza que puede suscitar una nueva lectura.
El veredicto se dio a conocer en el Salón de presidentes de la CCE. Posteriormente, en un acto informal e íntimo, se realizó la premiación y entrega de los respectivos diplomas en el Café Cultural Anaconda.