Separata # 01 – Junio 2022
James Joyce viene a representar a veces ese tipo de escritor cuya obra oculta, de alguna manera, la personalidad humana de su autor; una obra que casi devora la humanidad de quien la creó, que existe porque se alimentó a expensas de su autor, quien debió sortear penurias, limitaciones materiales, fracasos y enfermedades para poder alcanzar la expresividad aun a costas de la posible felicidad de quien la concibió. En cierto modo James Joyce y otros escritores de su generación, aparecen en la escena literaria de Europa y los Estados Unidos signados por una serie de circunstancias históricas y culturales que los impulsaron a construir un nuevo modo de asumir el mundo y, sobre todo, de expresarlo.